Cronica del Phototrekking de otoño

Esto es lo que te perdiste si no viniste al Phototrekking de otoño en el Valle de Aran: Nieblas, ocres, quebrantahuesos y cascadas… ¡Entre otras maravillas de la naturaleza!

Llegamos al valle con una extrañamente agradable temperatura que nos daba la bienvenida al último Phototrekking del año. No sabíamos que sorpresas nos depararía el fin de semana, pero lo que sí que sabíamos es que no nos dejaría indiferentes.

Amanecimos en una niebla fina e iniciamos nuestra primera excursión entre montañas humeantes. Sus faldas, repletas de colores cálidos que contrastaban con el frío ambiente. En el bosque, naranjas, amarillos y ocres. En el suelo, una alfombra de hojas pintadas con miles de gotas procedentes de la fina lluvia que cayó a primera hora.

Atravesamos rincones de leyenda, entre árboles retorcidos en extrañas formas. Algunos de ellos parecían tener personalidad propia e intentar abrirse paso a través del bosque. Durante el recorrido nos visitaron fugazmente dos grandes aves; un buitre leonado, que planeó a tan solo un par de metros de nosotros y un espectacular quebrantahuesos que, aunque no se acercó tanto nos dejó a todos boquiabiertos.

Tras todo el día de excursión boscosa nos desplazamos a otro tipo de paisaje para retratar la puesta de Sol y aventurarnos, pese al frío y la brisa nocturna, a fotografiar la noche y sus estrellas.

También al día siguiente optamos por los prados, pero sin alejarnos demasiado del bosque y sus tesoros, como sus riachuelos y cascadas. Las cimas de las montañas se alejaban ya del otoño y parecían prepararse para la nueva estación, ya a la vuelta de la esquina. El blanco que las cubría embellecía el paisaje y nosotros no podíamos hacer más que inmortalizar todo aquello con nuestras cámaras.

Como siempre, esta actividad no habría sido posible sin el fantástico grupo que se reunió para acompañarme, ellos son los protagonistas de esta aventura otoñal. Si quieres ver que tal lo pasaron aquí tienes una pequeña muestra.