Se acercaba el día señalado y poco a poco las cálidas temperaturas se vieron quebradas por una intensa bajada de temperaturas. El invierno, y su blanco manto de nieve, amenazaban con convertir el Phototrekking de otoño en el Valle de Tena… en un Phototrekking de invierno.
Los participantes llegaron al punto de encuentro bajo un brillante sol de otoño, que bañaba los coloridos bosques y hacía destacar la nieve de las cumbres. Aun así, estábamos en el ojo del huracán, y el “mal tiempo” no se haría esperar. Un mal tiempo que contribuyó con todas sus fuerzas, a mostrarnos lo que verdaderamente significa el otoño en la montaña.
Tras la puesta de Sol del viernes, rodeados de nieve y con cielos despejados, las nubes empezaron a ocupar la totalidad del cielo y amanecimos el sábado con unas nieblas que cubrían las cimas de las montañas y que, poco a poco, reinaron también en el bosque, acompañadas de la lluvia y la humedad.
Por suerte, una lluvia fina que no consiguió abatir a los participantes de este Phototrekking, que preparados con ropa impermeable y algún que otro paraguas, realizaron una ruta circular por el interior de un hayedo embrujado, en cuyo interior se dice que hacían sus aquelarres las embrujadas del Valle de Tena.
La niebla dio mucho juego durante la sesión, dibujando y desdibujando las formas y texturas del paisaje, mientras que la poca luz de las profundidades del bosque nos permitió practicar algunas técnicas abstractas y de larga exposición.
Tras una jornada un tanto pasada por agua pero muy productiva (y después de una bien merecida ducha de agua caliente), compartimos unas cervezas artesanas mientras revisamos y comentamos los resultados fotográficos.
El buen ambiente del hotel Balaitus y su anfitrión, Mariano Fanlo, nos proporcionaron el calor que la naturaleza nos negó. Después de una deliciosa y potente cena, la meteorología nos guardaba una sorpresa en forma de cielo despejado, que nos permitió fotografiar las estrellas desde lo alto de un collado nevado.
El domingo amaneció con cielos nublados pero sin precipitación, lo cual animó a más de uno… ¡y de 9! En esta ocasión no tendríamos las bonitas nieblas del sábado, pero al no llover, la sesión se volvió más cómoda que la anterior. Pudimos ser partícipes de las montañas de nuestro alrededor y jugar con las gotas de agua aún presentes sobre el follaje. La excursión, ya más tranquila y relajada que la del sábado, nos llevo a través de prados hasta el bosque y de allí, hasta una pequeña cascada que da el nombre a la población de Sallent de Gállego (salto, o cascada, del río Gállego).
Sin duda ha sido un fin de semana intenso entre algunas caras conocidas y otras muchas de nuevas. Gracias por vuestra compañía en este Phototrekking Jaume, Eduardo, Silvia, Albert, Joaqhim, Antonia, Rafel, Margarita y Anggi. Espero que hayáis aprendido cosas nuevas y disfrutado de esta experiencia. ¡Hasta la próxima!
¡Os dejo con algunas fotografías de este Phototrekking y sus maravillosos participantes! No dejes pasar la oportunidad de participar en alguno de los próximos phototrekkings 🙂