A unos 15 metros de la playa en la costa este de la península de Vastnes (Islandia), esta curiosa roca basáltica con forma de rinoceronte que bebe agua (o vaca, o roca dinosaurio, o más cosas que dice ver la gente), es en realidad y según el folklore islandés, un tröll que quedó convertido en piedra al ser sorprendido por los primeros rayos del sol mientras trataba de destruir una construcción religiosa.
Es impresionante el contraste entre el día y la noche, pues al caer el sol, la marea baja y deja al descubierto un campo de algas por el que uno puede caminar y acercarse a la impresionante roca de 15 metros de altura conocida con el nombre de Hvíserkur (camisa blanca en Islandés), por el color que desvela a causa de las defecaciones de los cormoranes, gaviotas y fulmares que en ella se posan.
Por si fuera poco, esta península también es conocida como “la tierra de las focas” por el elevado número de ejemplares que recoge en sus costes. Pudimos ver algunas de elles paseando por la zona y realmente si se es respetuoso y no se invade excesivamente su territorio, son animales muy curiosos que acaban por acercarse a investigarnos.
Sin duda un lugar mágico, en mi humilde opinión de los más bellos del Norte de Islandia junto con Godafoss y la región de Myvatn que además, en nuestro caso, ganó muchos puntos cuando de noche nos visitaron las luces del Norte y dibujaron una curva sinuosa sobre nuestra vaca-rinoceronte-tröll.
Si quieres llegar a la península de Vatnsnes, la encontrarás en el norte de la isla, a caballo entre los Fiordos del Oeste y Akureyri, entrando por la carretera nº72, si se viene del oeste, o si se viene del este tomando la nº716 o la nº717 (todas las opciones enlaces con la nº711, que da la vuelta entera en la península).