El pasado fin de semana nos fuimos de Phototrekking. El objetivo: fotografiar los bosques de otoño en el Valle de Aran. Sabíamos que nos encontrábamos en fechas algo tardías y que posiblemente algunas hojas ya hubieran dejado la comodidad de sus ramas para posarse en el suelo cual alfombra roja. Aun así, el valle nos recibió con una variedad tonal impresionante y nos volvió locos fotografiando aquí y allá. Pinos y abetos verde oscuro destacaban y hacían destacar el resto del bosque, más rojizo y violáceo, donde reinaban sin duda los espontáneos amarillos, aún en su momento álgido.
El fin de semana nos obsequió con cielos más bien soleados, alternados con nubes en movimiento, lo cual nos brindó más de un momentazo de luz increíble. Incluso la noche del viernes, los cielos despejados y presididos por una luna creciente, nos permitieron retratar el paisaje bajo las estrellas.
Nuestro punto de partida para las excursiones fue la población de Les, a la que tengo un aprecio especial, pues fue mi primer lugar de residencia en la Val d’Aran, durante mis estudios de guía de montaña. Un pueblo sencillo y tranquilo, pero con mucha tradición y bellísimo.
El Tuc des Neres (2247 m), situado frente a nuestro alojamiento, el Ostau dera Nheu, nos brindaba unas coloridas faldas otoñales que hizo que no pudiéramos parar de retratarlas, ni siquiera desde la ventana de nuestra habitación. Era como una fiesta del color en la que eramos unos locos paparazzis.
Sin embargo, la excursión estrella del fin de semana nos llevaba a través del bosque de Carlac. Un agradable paseo que empieza bajo el hayedo. En su interior, los árboles se retuercen adoptando formas estrambóticas. A veces, incluso nos entretenemos averiguando a qué nos recuerda cada árbol en concreto.
Ascendiendo lentamente por el bosque nos entretenemos retratando todo detalle: hojas, ramas, luces, árboles, riachuelos,… hasta por fin, llegar a la explanada con vistas. Allí decidimos parar a comer bajo un potentísimo sol que, al colarse entre las nubes, dibujaba unas líneas de luz que de incidían sobre el paisaje. De fondo, las montañas nevadas del túnel de Vielha, el Aneto y la Maladeta.
En nuestro descenso volvimos a encontrarnos con las faldas coloridas de las zonas más bajas, mientras serpenteábamos entre zonas de pasto, vacas y bordas aranesas hasta llegar de nuevo, al pintoresco pueblo de Bausen.
Increíblemente, aún nos quedaron fuerzas para acercarnos al Sauth deth Pish, donde pudimos fotografiar la cascada y sus alrededores, en un ambiente totalmente otoñal. Las aguas más estancadas del lugar, dieron mucho juego para fotografiar los reflejos, mientras que las nubes sumadas a la puesta de sol, nos dieron algún que otro momento de color.
El domingo, tras haber descansado y repuesto fuerzas a base de una potente cena y un variado desayuno, nos dirigimos a la Artiga de Lin, donde realizamos una sencilla excursión que nos permitió fotografiar diferentes ambientes: el primero, los Uelhs deth Joeu (el nacimiento del río Joeu, cuyas aguas vienen desde el Aneto, de forma subterránea, y forman el río ya en el Valle de Aran. Tras jugar un buen rato con las largas exposiciones, continuamos a pie hasta la esplanada del Plan dera Artiga, donde observamos las majestuosas montañas que de allí se alzan, la mayoría de ellas hasta más allá de los 2500 metros de altura y cerca de los 3000 m.
Desde aquí, nos aventuramos a seguir hasta la cascada de Pomero, donde realizamos las últimas fotografías del fin de semana. Un fin de semana lleno de emociones y fotografías, con un super numeroso grupo de participantes, que seguro, han vuelto a casa con muchas joyas en sus tarjetas de memoria. Podéis verles a continuación, en la foto de grupo.
Y si queréis ver más fotos del fin de semana, ahí van unas cuantas:
Qué casualidad que acabo de pasar una semana en la Val d’Aran, concretamente en Bossòst. Me ha hecho gracia reconocer en tus fotos muchos de los lugares que he visitado. ¡Casi nos hemos cruzado! Lástima que no he podido acceder al Saut deth Pish porque la pista estaba cerrada por obras. Y lástima también que el otoño está ya un poco pasado. Añadir que cerca de Bausen, más concretamente por el lado de Canejan, se encuentra el Val de Toran, un lugar muy poco conocido y donde el otoño aún conservaba sus colores.
Un saludo.