La dama del Pirineo

Tenemos flores muy especiales, en el Pirineo ( y en la alta montaña en general). La más clara sin duda alguna es el Edelweiss, también conocida como la flor de nieve, pero otras especies son igual de bellas y especiales, ya sea por su belleza y escasez, como la Zapatilla de la dama, o por el altura en la que se encuentran, como la Algodonera. Hoy sin embargo, quiero mostraros una de muy especial por su curiosa forma y simbología: el martagón.

 

 

Esta elegante flor de la familia de las liliáceas encorva sus seis pétalos en forma de turbante o corona en abrirse, durante los meses de verano. Encontramos dos tipos; el martagón pirenaico (lilium pyrenaicum) y el rojo (lilium martagon). Ambos son muy similares, con la clara diferencia de colores de sus pétalos y la forma de las hojas (mientras que el martagón pirenaico son linear lanceoladas, las del rojo lo son oval-lanceoladas). También en cuanto a localización; mientras que el martagón pirenaico es endémica de los Pirineos y localizada entre los 1.500 y 2.200 m de altitud, el rojo se puede encontrar sobre todo en el piso montano y subalpino, en la parte septentrional de la Península Ibérica y en la mayor parte de Europa.

 

 

Esta planta también se comúnmente conocida como Flor de Lis ya lo largo del tiempo ha inspirado a alquimistas ( para los que simbolizaba el árbol de la vida), a religiosos (como símbolo de la virgen María) e incluso la nobleza ( empleaba en heráldica para distinguirles) y posteriormente fue adoptado por el movimiento scout como emblema.

Personalmente le tengo mucho aprecio a esta planta, que es el símbolo de la Vall de Núria (martagón pirenaico), donde trabajé durante un tiempo como guía ecuestre mientras empezaba a interesarme poco a poco por la fotografía y fue precisamente estrenando mi primera réflex digital, que me encontré con unos cuantos ejemplares de martagón rojo en los Alpes franceses. Ahora hacía tiempo que no veía ninguno, pero este verano he tenido la suerte de disfrutar de ambos. Una planta con mucha belleza y majestuosidad!

 

1 comentario en “La dama del Pirineo”

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